Doce años después, el Gobierno nacional reedita su pelea con el campo. La Mesa de Enlace anunció que realizará un paro de cuatro días, como respuesta al aumento de las retenciones a la soja. Será entre las 0 de este lunes y las 24 del jueves. Durante esos días habrá un cese de comercialización de granos y hacienda. La medida causó molestia en la Casa Rosada, pero el presidente Alberto Fernández trató de evitar todo tipo de polémicas. Sin embargo, algunos de sus allegados afirmaron que, frente a la actitud, de los ruralistas, “dan por terminada las negociaciones”. Indicaron, además, que el jefe de Estado usó las facultades conferidas por el Congreso para incrementar al 33% las retenciones.

“El campo está dispuesto a pelear; y este es un escenario que ya vimos en 2008, cuando la gestión de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner dictó la polémica resolución 125, de retenciones móviles”, recordó ayer a LA GACETA el analista político Sergio Berensztein. Según el politólogo, la experiencia de aquella protesta ha servido para que en esta oportunidad se genere una ola política que acompañe la protesta y que va de abajo hacia arriba; desde las bases hasta la dirigencia de la actividad. “Esto produce un efecto contagio más allá de las fragmentaciones ideológicas o de poder que puedan existir dentro de la Mesa de Enlace”, indicó Berensztein.

De hecho, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) había manifestado, a primera hora de ayer, su postura de ir a una medida de fuerza y más tarde se sumaron la Sociedad Rural, Federación Agraria y Coninagro, las otras entidades del campo que integran la Mesa de Enlace nacional.

“Lamentablemente, hoy se impone un sector que alienta la protesta más allá de la lógica política y de la negociación que está abierta”, afirmó el ex presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi. “Es lamentable la decisión de ir a un paro”, remarcó. “Es lamentable la decisión de ir al paro. Alberto (Fernández) busca conciliar y le responden con esta protesta. Hay algunos productores que tienen vocación opositora”, afirmó Buzzi a radio El Destape.

Contrapunto

En gran parte de la dirigencia piensan de otra manera. “Señores, si las medidas tomadas son empujadas por un espíritu recaudatorio, tengan en cuenta que es un juego de suma cero en el corto plazo. Si son empujadas por un espíritu ideológico, entonces... Nos veremos en las rutas”, expresó CRA mediante un comunicado.

“Una vez más los productores agropecuarios de todo el país nos vemos empujados a tomar medidas en defensa de la condición más dignificante del alma y del hombre como tal, nuestro trabajo. Pasan los tiempos, cambian los actores, las situaciones, la dialéctica (si era soberanía, seguridad alimentaria o solidaridad); pero la respuesta de los gobernantes sigue siendo la misma, frente a su incapacidad de solucionar los temas estructurales, y se repite en nuestra historia como si obedeciese a leyes naturales. Retenciones, derechos de exportación, en definitiva, más impuestos”, aseguró la entidad presidida por Jorge Chemes.

Daniel Pellegrina (de la Sociedad Rural Argentina), Daniel Kindebaluc (de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria, Coninagro), y Carlos Achetoni (Federación Agraria Argentina), decidieron plegarse a la postura de Chemes y anunciar juntos la medida.

La señal de unidad responde a los reiterados pedidos de las bases agropecuarias, que se manifestaron con “tractorazos” en distintas partes del país, especialmente en Córdoba, luego de la reunión de la Mesa esta semana con el ministro de Agricultura, Luis Basterra. Por su parte, los productores autoconvocados del norte de Buenos Aires, dijeron que a la Mesa de Enlace “le faltó mayor firmeza al negociar con el gobierno, y que no se había interpretado lo que se resolvió en las diferentes asambleas de productores”. Los dirigentes y productores explicaron que el sector agropecuario siempre demostró solidaridad con el país.

Los autoconvocados de distintas partes del país tienen planeado realizar una asamblea nacional en la que estén representados los productores de todas las zonas el próximo martes 11 de marzo en Expoagro, la muestra que se realiza a la vera de la ruta 9 en inmediaciones de San Nicolás.

Otro escenario

Berensztein, que próximamente lanzará un libro referido a la Resolución 125 junto con María Elisa Peirano, dijo que el campo no solamente siente el sometimiento impositivo, sino que, a diferencia de lo que sucedió en 2008, ahora le afecta más el tipo de cambio y la existencia del cepo, de no poder comprar dólares para financiar la campaña. A su criterio, la gestión de Alberto Fernández no entiende los elementos simbólicos del campo, “la ruralidad, esa identificación del campo como una forma de vida, lo que para muchas familias implica su horizonte de futuro”, más allá del concepto de riqueza.

El analista insistió con la reedición de un viejo conflicto, con características más profundas que, “de alguna manera, va a condicionar al Gobierno de Fernández”.

“Qué raro que el primer paro que le decretan a este gobierno venga de donde viene, precisamente del sector que más ganó, se enriqueció, fugó la plata y es el responsable de la crisis que tiene la Argentina”, declaró ayer el senador por el Frente de Todos, Oscar Parrilli.

Un paro de comercialización afecta a múltiples actividades, que van desde las exportaciones, con el consecuente derrame de divisas y la generación de recaudación, pasando por un menor movimiento del transporte, recalando por el efecto recesivo que una medida de fuerza de esta naturaleza implica para la economía mientras dure el conflicto, hasta el abastecimiento de productos para la población.

El nuevo esquema establece que pagaran el 33% de retenciones solamente aquellos productores que superen las 1.000 toneladas, mientras que aquellos de menos de 500 toneladas pagarán entre 20% y 29%. (Con la colaboración de Gerardo Rodríguez de la Vega)